¿Lo has escuchado recientemente?
Afortunadamente yo no… pero he pasado por ello muchas veces.
De pronto algo que llevaba tiempo funcionando, deja de hacerlo y el (mal) gerente de turno empieza la caza de brujas.
Tenemos una cultura corporativa extraña en la consultoría nacional (no sé si también a nivel mundial) de evitar ser responsables.
La responsabilidad mal entendida hace evitar ser el centro de atención cuando ocurren los problemas.
Cuando hay un marrón, todos quieren pasar desapercibidos.
¿Todos? ¿En serio?
Los líderes no. Los líderes ven oportunidades de reconducir una situación cuando todos han perdido la calma.
Cuando el nerviosismo se apodera del equipo, el líder emerge, poniendo paz, calma, sosiego… y buscando una solución para no parar la producción.
Ya luego, si hay tiempo, se buscará al responsable del problema.
Y no para echarle una charla. No. Para enseñarle lo que hizo mal y evitar el que el problema se vuelva a repetir.
Después de más de 20 años en consultoría, solamente he pasado por una empresa en la que se utilizara este criterio para promocionar los mejores profesionales.
Lamentablemente esa empresa fue vendida a otra y yo con ella, y la cultura se perdió.
