En los últimos meses estamos viendo una revolución digital: casi todas las aplicaciones tradicionales incorporan una herramienta para ayudar en la generación de información de forma más ágil, apoyándose en la inteligencia artificial.
Si bien la inteligencia artificial es una gran ayuda, no puede desplazar al todo el contenido fresco creado de forma manual y por humanos. Apoyándonos en APIs existentes, podremos generar un alto volumen de contenidos de calidad con el menor esfuerzo posible.